El rostro trasplantado

Sobre las grandes pantallas ya se escurrían los primeros salpicones de sangre. Barato celuloide americano desembarcaba en Europa y traía consigo el miedo y la violencia gráfica como las nuevas (pero prohibidas) emociones del cine. Los franceses, delicados artesanos del cinema, no podían quedarse atrás e ingresaron en lo horrendo como correspondía a su fama. “Les yeux sans visage” (“Ojos sin rostro”, 1959) es la película de horror más elegante jamás filmada. Pero lo cortés no quita lo valiente. Los críticos quedaron traumatizados. Esta película agredía sus refinados conceptos del cine francés, pero al mismo tiempo los fascinaba con su narrativa maestra. Lo intolerable era que su virtud estaba al servicio de sórdidas audacias. Mientras la vecina Alemania era aún muy sensible a cualquier referencia a la crueldad de sus científicos nazis, Francia mostraba al vecindario esta cinta sobre un doctor demente que extirpa el rostro de bellas jóvenes por amor a su hija.

El proyecto original de “Ojos sin rostro” estaba destinado a ser una cinta Serie B promedio. Un productor inglés llegó con los derechos de la novela de un tal Jean Redon, su intención era convertirla en una película rentable dentro del circuito francés y, con suerte, más allá. Quizá tristemente para sus bolsillos, aunque fortuna para la historia del Cine, el proyecto terminó siendo encargado a George Franju. Este director tenía el prestigio suficiente como para involucrarse en un proyecto tan poco prestigioso. Había sido co-fundador de la Cinemateca Francesa y su primera experiencia como director la obtuvo rodando en un matadero de París (“Le Sang des bêtes”, La sangre de las bestias, 1949). Para “Ojos sin rostro” obtuvo el apoyo de maestros con quienes logró convertir aquel material en una película insólita. Trastocaron el planteamiento original el dúo de guionistas Boileau-Narcejac, autores de una novela adaptada por Hitchcock como “Vertigo” (1958). Se ocupó de su escalofriante blanco y negro, el director de fotografía Eugen Schufftan, anteriormente responsable de los efectos especiales de la futurista “Metrópolis” (1927). Tanta delicadeza reunida ameritaba un público rendido. Y así fue, literalmente. En el Festival de Edimburgo (Escocia) varias personas se desvanecieron cuando ocupó la pantalla una escena de “Ojos sin rostro”, particularmente bizarra. Georges Franju se defendió sin delicadeza: “Ahora sé por qué los escoceses usan falda”.


Mal que bien, “Ojos sin rostro” cruzó el Atlántico. Pero el mercado norteamericano la encontró demasiado controversial, la recortó profusamente y la confinó a ser distribuida como una película de Serie B promedio, aunque no sin destacar comercialmente su factura “arty”. Rebautizada como “The Horror Chamber of Dr. Faustus”, fue double feature con otra cinta sobre científicos locos llamada “The Manster” (1962). Recién en el 2003, “Ojos sin rostro” pudo mostrar a este publico su horroroso esplendor original.

El peculiar científico loco de “Ojos sin rostro” es el Dr. Génessier. Su hija Christiane ha perdido toda la piel del rostro como consecuencia de un accidente automovilístico ocasionado por su padre. Obsesionado por la culpa, Génessier investiga la manera de transplantar una nueva cara a su hija. En complicidad con su secretaria y amante, Louise, quien debe la reconstrucción de su rostro a Génessier, secuestra muchachas que son despojadas de toda fisonomía en la sala de operaciones. Mientras tanto, Christiane, al tanto de todo, deambula por la mansión cubierta por una máscara fría que sólo revela sus ojos angustiados. Después de dos intentos, el doctor logra otorgarle a su hija un rostro de “segunda mano”. Los crímenes parecen haber logrado su propósito, pero al poco tiempo la nueva identidad de Christiane se descompone al ser un tejido que su organismo rechaza. Génessier, frustrado, reinicia la búsqueda de víctimas. En el quirófano, una desafortunada se topa con la faz desnuda de Christiane.

Varias razones hacen del Dr. Génessier un villano de lo más intolerable. Su crueldad resulta tan verosímil como el retorcido amor paternal que lo motiva. La culpa desencadena su monstruosidad. La obsesión por reparar el daño que causó a su hija se pone por encima de cualquier moralidad. Mientras tanto, Christiane vive la terrible ambigüedad de alentar las atrocidades, al estar naturalmente expectante de una salvación, pero conservando la noción de lo moralmente correcto, algo que su padre quizá nunca tuvo. Puesto así, la película puede verse como una oscura sátira de la obsesión de curar, y una vez más, de la Ciencia en su afán racionalista de superar a la Naturaleza. Y este es otro aspecto que hace de Génessier un malvado tan perturbador: su extrema frialdad parece tan natural a su condición de médico, casi un comprensible gaje del oficio. Precisamente esta es una de las claves que sostienen la atmósfera tan siniestra de “Ojos sin rostro”. En el desarrollo del film se asoma constantemente el tono documental; a través de la jerga médica, las sesiones de cirugía y su afilado instrumental. Por ejemplo, cuando se muestra la decadencia del “nuevo” rostro de Christiane mediante una secuencia de fotografías, cual archivo médico, que son descritas por Génessier con frases como “pequeños nódulos subcutaneos”, “ulceración” o “necrosis”. No hay horror peor que aquel que se maquilla de cotidianidad.

Otra reflexión principal en “Ojos sin rostro” es la profunda relación entre apariencia e identidad. Quizá más ahora que en su momento, la película parece un oscuro anticipo de que el artificio, la alteración de nuestra naturaleza, es cada vez más importante para nuestra identidad. Si se hiciera una nueva versión de “Ojos sin rostro”, el Dr. Génessier tendría que ser un exitoso cirujano plástico de Los Angeles. Su talento ya estaba demostrado, Louise, la amante, es una bella mujer gracias a la ciencia de Génessier. Su hija, bajo la máscara, es un fantasma a la espera de volver a “existir” por la bendición del bisturí.


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Cómo conseguirla:
Se encuentra en el Emule, desde luego
buena calidad de imagen y también
disponibles subtítulos en español

Para descargar película:
Enlace eD2k
Para descargar subtitulos: Enlace eD2k

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8 comentarios:

Hernán dijo...

Excelente post. Sé que no tiene nada que ver, pero tus palabras me hicieron recordar aquella película de Paul Leni llamada El hombre que ríe, abundante en imágenes escalofriantes.
Ya mismo se la encargo a la mula.
Saludos!

BUDOKAN dijo...

Qué buen film el que rescatas, lo tengo en dvd y recuerdo que cuando me lo pasaron me dijeron: "Verás algo maravilloso". Muy bueno este recuero. Felices Fiestas!

Anónimo dijo...

WOW! Se ve genial ... jeje, no la lei completa porque preferiria ver la película primero. Ya el titulo nos da una idea, pero nunca he visto terror frances, por lo menos que yo me acuerde y menos de esa epoca. Vamos a darle a la mula, que todavia me saca de quicio un poco pero vamos a ver si me sirve esta vez.

Con respecto al comentario del "Hombre que rie", a mi me parece mas un drama expresionista, y eso que no es Aleman, que otra cosa, preciosa por cierto.

Genial blog y estoy seguro que un comentario (Que no dejare de leer cuando termine de ver esta pelí) excepcional.

¡Saludos desde Colombia!

Criss Cross

Fabricio Rebatta dijo...

Saludos compadre, sigue así en el 2008

Anónimo dijo...

Gostei muito desse post e seu blog é muito interessante, vou passar por aqui sempre =) Depois dá uma passada lá no meu site, que é sobre o CresceNet, espero que goste. O endereço dele é http://www.provedorcrescenet.com . Um abraço.

Roberfumi dijo...

Hola, es la primera vez que visito este blog, tiene muy buena pinta!! Es cuanto a esta pelicula, la descargaré seguro, parece muy inquietante. Seguro que me sorprende.

Saludos!!

Dragondave dijo...

Acabo de ver esta película y está muy bien, tiene algo que egancha...
Me gustaría conseguirla en dvd que contenga al menos subtítulos en español, si algein sabe dodne peudo encontrarla, sea original o de segunda mano, que me avise por correo por favor dvd4ch@hotmail.com
Muchas gracias y enhorabuena por la entrada.

obat aborsi dijo...

I like the post format as you create user engagement in the complete article. It seems round up of all published posts. Thanks for gauging the informative posts.